Transformando la típica experiencia artística para instituciones de arte, Snøhetta ha propuesto un diseño para renovar el Museo de Arte Blanton en la Universidad de Texas, en Austin. La extensa remodelación del terreno busca “unificar y revitalizar el campus del museo, mediante mejoras arquitectónicas y paisajísticas”. Se espera que la construcción comience en la primera mitad de 2021 y concluir a fines de 2022.
El Museo de Arte Blanton fue fundado en 1963 y es famoso por albergar una de las colecciones de arte más grandes abiertas al público en Texas, comenta la directora de la institución, Simone Wicha:
Abrir el museo a la ciudad, invitar a la gente no solo a apreciar el arte, sino también a quedarse, reunirse e inspirarse antes y después de cada visita
Liderados por Snøhetta, las obras de renovación también incluirán un gran mural público de la artista cubanoamericana Carmen Herrera.
Centrada en Moody Patio, un lugar de encuentro para las estructuras existentes, la propuesta contará con “15 elegantes estructuras en forma de pétalos que forman un dosel ubicado en el extremo sur del campus de Blanton”. Inspirado en las bóvedas del proyecto original, el anexo establecerá una identidad visual para Blanton.
Los nuevos elementos arquitectónicos destacarán los accesos, con el fin de cambiar la experiencia de los visitantes. Además, "para amplificar la programación musical innovadora y popular de Blanton, el diseño incorpora dos plataformas elevadas para presentar música en vivo y otras actuaciones".
Craig Dykers, socio fundador de Snøhetta:
Blanton ocupa un lugar destacado en la intersección del nuevo Complejo del Capitolio de Texas y sirve como puerta de entrada al campus universitario. Nuestro ingenioso paisajismo y la remodelación de las entradas de los edificios están en línea con esto. El proyecto amplía la colección de arte del museo más allá de las galerías y crea un espacio público para as artes en Austin.
El proyecto sugiere mejoras en el paisaje, introduciendo caminos y áreas de encuentro que mejoran el uso de los espacios. Sobre esto, la directora Simone Wicha dice que "el paisaje tiene el poder de transformar una comunidad, de la misma manera que el gran arte puede transformar nuestros corazones y mentes".
Basándose en el carácter único y la resistencia de la flora nativa de Texas, la propuesta introducirá más de 25.000 plantas nuevas en los terrenos del museo, el 95% de las cuales son nativas de Texas.
Al servicio de las comunidades universitarias y de la ciudad, la iniciativa de nuevos terrenos también mejorará las puertas de entrada al norte y sur del sitio, así como los puntos de entrada para los visitantes al museo y a la Universidad de Texas.
Un ancla cultural en el distrito en rápida transformación, el proyecto pondrá en marcha "un camino sinuoso ajardinado con plantas autóctonas serpenteará a lo largo, conectando todos los accesos al museo y ofreciendo pequeñas áreas de jardín y asientos para relajarse y socializar". Además, los vestíbulos de ambos edificios se rediseñarán para adaptarse a los cambios generales del campus.